Tres importantes pasos para DEFINIR, PERSISTIR y, ¡ALCANZAR tus metas de Año Nuevo!


¡Ya es Fin de Año!, e inevitablemente, llega el momento de hacer un recuento de todos nuestros logros y de pensar en los ajustes que deberemos hacer para el siguiente.Y aunque es cierto que este tipo de reflexiones las podemos hacer en cualquier momento, es un hecho que la temporada nos invita a hacerlo. Entonces, como es prácticamente un hecho que todos nos dispondremos a pensar en los propósitos o metas que deseamos alcanzar, aquí te presento tres importantes pasos que deberás tomar en cuenta para definir tus metas de Año Nuevo, para persistir en ellas y para poder alcanzar los resultados que estás esperando. 


Paso 1: define una meta que desafíe tu imaginación, tu creatividad y tus capacidades 

Sí, definitivamente este el paso más importante, porque la verdad es que en ocasiones nos proponemos metas que, por decirlo de algún modo, «no son nuestras metas». Quizá la presión de los amigos, de la familia o quizá una idea equivocada de una actividad, es lo que nos puede llevar a suponer que queremos realizarla, pero antes de comprometernos a realizar cualquier cosa, necesitamos preguntarnos si lo que pensamos hacer es algo que realmente queremos, si la actividad o la meta que nos hemos propuesto responde a nuestras propias expectativas e ideales y, por tanto, si la actividad o la meta verdaderamente nos representa una desafío personal. De otra forma, lo más probable es que abandonemos nuestra meta en cuanto se nos presente la primera oportunidad. 

Por otra parte, si te has propuesto una meta que no necesariamente te gusta, pero que es necesaria, por ejemplo, para mejorar tu salud, recuerda que tú debes ser el primero en estar convencido de la necesidad de un cambio. Sólo de esta forma podrás emplear efectivamente tu imaginación, tu creatividad y tus capacidades para poder cumplir lo que te has propuesto. 


Paso 2: persiste durante un periodo bien definido de tiempo, «pase lo que pase». 

Hemos de reconocer que tiende a cobrar cada vez más fuerza la costumbre de estar siempre cambiando –cambiando de App, cambiando de páginas en la red, cambiando de canal de televisión, de Netflix o de YouTube—. La información y las opciones son tantas, que cada vez nos cuesta más trabajo concentrarnos en una actividad y si algo no nos gusta a la primera, cogemos lo que sigue y lo que sigue y lo que sigue, pero la pregunta es si realmente estaremos apreciando todo lo que tenemos enfrente. 

De ahí la importancia de definir un periodo de tiempo en el que «le daremos la oportunidad» a la actividad deseada, para mostrarnos todo lo que ésta nos pueda dar. Por ejemplo, podemos «darle la oportunidad» a la actividad de salir todos los días a hacer caminata durante veinte minutos, ¡pero no un día o una semana!, sino comprometernos durante un periodo más largo – digamos tres meses–. Entonces, al final de este periodo de tiempo, podremos apreciar realmente los beneficios que tiene para nuestra salud esta actividad. 


Pensemos en el momento en que probamos un platillo nuevo o «exótico» por primera vez, pues en algunas culturas es común mezclar sabores dulces con salados o dulces con picantes y lo que va a suceder, si sólo probamos un pequeño bocado, o si sólo probamos una parte del platillo, es que no podremos apreciar realmente todo su sabor. Necesitamos comer, al menos un buen bocado, para poder decidir si el platillo en cuestión nos gusta o nos disgusta, y lo mismo ocurre, entonces, con 

cualquier tarea o con cualquier meta que queramos realizar. Necesitamos ser persistentes y «degustar» durante un cierto periodo de tiempo lo que nos hemos propuesto y no desechar la actividad cuando apenas la estamos probando. 

Ahora bien, cuando te fijes un periodo de tiempo, asegúrate de sentirte cómodo y de no irte a ningún extremo. Que no sea un periodo demasiado breve, ni demasiado prolongado pues, en ocasiones, fijarse metas para tooodo el año puede resultar abrumador y cuando enfrentemos el primer revés o contratiempo tenderemos a abandonar nuestra meta diciendo «¡otra vez ya no cumplí!, ni modo». En cambio, si cumplimos y renovamos nuestra meta cada tres meses (por dar un ejemplo), nos será más sencillo comprometernos y seguir avanzando a lo largo de todo el año.

 

Paso 3: alcanza tus metas superando los obstáculos 

Relacionado con el paso anterior, bien vale la pena considerar que otro problema que actualmente enfrentamos, tiene que ver con lo poco dispuestos que estamos para lidiar con los contratiempos y las dificultades. La razón es muy sencilla, y es que ahora todo lo que queremos fácil, todo queremos que funcione a través de un touch o a través de un click (para aquellos que todavía usan el mouse). ¡Y claro!, cuando nos proponemos realizar una nueva actividad, no siempre estamos dispuestos a enfrentar las dificultades que, inevitablemente, se nos irán presentando en el camino. 

Es muy importante, por lo tanto, siempre tomar en cuanta que las interrupciones, el desánimo, las distracciones y los contratiempos son obstáculos que se presentarán en toda actividad, pues ni siquiera la actividad o la meta que más nos interese o aquella que mejor desafíe nuestra creatividad y nuestros talentos, podrá verse libre de que, en ocasiones, nos sintamos sin ánimo de realizarla o de que, en ocasiones –aunque queramos hacerla– surja algún pendiente que resulte prioritario. Entonces, ¡hay que estar preparados!, y preguntarse, por ejemplo, «¿qué podré hacer cuando me distraiga de mi meta?», con el fin de pensar en estrategias que nos permitan volver y retomar la actividad deseada. 

Recordar una frase que nos motive, una señal de alarma o activar un recordatorio en nuestro teléfono, pueden ser de mucha utilidad en este caso. Asimismo, será de mucha ayuda el no ver las dificultades como meros «obstáculos», sino como escalones que nos irán ensañando estrategias para alcanzar aquello que deseamos. 

¿Un cuarto paso?... 

Finalmente, creo que sería conveniente agregar un cuarto paso, que sería repasar los tres pasos anteriores, si en algún momento del próximo año llegas a sentirte sin ánimo de persistir en tus metas. Entonces, simplemente recuerda (1) que tú, antes que nadie, debe estar convencido de querer alcanzar la meta que has definido y que ésta debe desafiar tus propias capacidades, (2) que debes persistir durante el tiempo que te propusiste y (3) que frente a las dificultades debes pensar en estrategias que te permitan retomar tu meta. 

** Este artículo fue escrito por Víctor Castillo y está registrado bajo licencia de Creative Commons. Derechos Reservados. 


Visita nuestras páginas: 

Lucero Torres Nava (Clínica de Nutrición) 

Víctor Castillo Morquecho (Clínica de Psicología) 



ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO