Por Víctor Castillo Morquecho
Actualmente se sabe que la inteligencia no sólo depende de factores genéticos, pues el cerebro humano posee plasticidad neuronal (o neuroplasticidad), lo que significa que nuestro cerebro puede formar nuevas conexiones neuronales desde el momento en que nacemos. Y si bien la plasticidad neuronal va decreciendo conforme envejecemos, ello depende, directamente, de qué tanto sigamos desarrollando, o no, nuestras capacidades cognitivas.
Nuestro cerebro, por tanto, debe ejercitarse de manera constante, sí es que queremos seguir desarrollando nuestra capacidad para aprender cosas nuevas y, desde luego, ¡recordarlas! Sin embargo, es importante saber que, más allá de resolver crucigramas y aficionarse a juegos para desarrollar habilidades memorísticas, las investigaciones más recientes han encontrado que la mejor forma de mantener activo nuestro cerebro –y, consecuentemente, de conservar su plasticidad–, radica en aprender cosas nuevas y realizar actividades que involucren la mayor parte de nuestros cinco sentidos.
Esto es así de simple, las prácticas nuevas y los desafíos que involucran nuestros sentidos y el desarrollo de nuestra creatividad, mantienen a nuestro cerebro saludable, pues los desafíos activan procesos que ayudan a reactivar la células del cerebro y estimulan la comunicación entre ellas. Así que tomar clases de pintura, aprender un nuevo idioma o aprender a tocar un instrumento, son el tipo de actividades que nos ayudarán a mejorar nuestras funciones cognitivas de manera integral. Además, ¡estas actividades nos requerirán la práctica!, y consecuentemente, el desarrollo de nuevas habilidades lo que, efectivamente, implicará un saludable desarrollo para nuestro cerebro.
3 requerimientos básicos para
garantizar el entrenamiento mental
Ahora bien, de acuerdo al Dr. John N. Morris, investigador y directivo en el Instituto de Investigación para el Envejecimiento, afiliado a Harvard (referencia: https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/train-your-brain), no importa qué actividad nueva elijas, pues si lo que quieres es mantener tu cerebro saludable, lo importante es asegurarse que cumpla con estos 3 requisitos:
1. Que sea desafiante
Siempre debes desafiar tu cerebro, pues ello garantiza, no sólo que se mantenga saludable, sino que se desarrolle. Por tanto, escoge una actividad que te implique nuevos retos, ¡y sal de tu «zona de confort»!
Considera, sin embargo, que nunca ha sido la mejor opción la idea de abarcar mucho y buscar resultados inmediatos. ¡Así que no te inscribas, al mismo tiempo, a todos los talleres que se impartan en la Casa de Cultura de tu localidad! En su lugar, concentra tu entusiasmo y tu energía en una sola actividad nueva y busca ir avanzando un paso a la vez.
2. Que sea una actividad compleja
Eso sí, ¡no te limites!, y busca una actividad nueva que sea compleja. Pues una actividad compleja, no sólo tiene el «punch» de ser excitante, sino que obliga a nuestro cerebro a trabajar en procesos cogntivios específicos, como la resolución de problemas o el desarrollo de nuestra creatividad.
Un estudio de 2013, publicado en Psychological Science, encontró que adultos entre 60 y 90 años de edad, que durante seis meses estuvieron realizando actividades nuevas y complejas –como el retoque a través de la fotografía digital o el «quilting»– puntuaron mejor en pruebas de memoria a largo plazo, en comparación con aquellos que estuvieron realizando actividades que les eran más familiares, como la lectura o la solución de crucigramas. Por tanto, ¡es un hecho que no hay un límite de edad!, sino que todo depende del tipo de actividad nueva que emprendamos y de nuestra persistencia a lo largo del tiempo.
3. Que sea una actividad constante
Considerando lo anterior, es bien sabido que «la práctica hace al maestro», y esto también aplica para las funciones cerebrales. Después de todo, será muy difícil que mejoremos nuestra memoria o nuestra capacidad de análisis, si no trabajamos para ello de manera consistente. Valora, entonces, que la actividad que elijas te requerirá un cierto nivel de práctica constante, pues la repetición de un tarea es lo que te permitirá ir mejorando en ella, así como fortalecer tus capacidades cognitivas.
No olvides, por tanto, que es algo determinante planificar, para que no abandones una actividad nueva al poco tiempo de haberla iniciado. Toma en cuenta que es mejor dedicarle poco tiempo tiempo a una actividad nueva y comenzar poco a poco, para luego ir aumentando el tiempo y el esfuerzo que le dediques, en función de las circunstancias y las oportunidades que vayas teniendo para realizarla.
Finalmente…
No olvides combinar esa actividad nueva que hayas elegido con los otros 5 elementos que determinan nuestra salud cerebral, y que hemos revisado en nuestros artículos anteriores. Por tanto:
- sigue con tu ruina de Ejercicio
- no descuides la calidad de tu Sueño
- fortalece tus Relaciones Sociales
- realiza actividades que contravengan el Estrés
- y, desde luego, ¡Cuida tu Alimentación!
Nuestro cerebro es el órgano más importante y, si lo mantenemos saludable de una manera integral, nos aseguraremos de mejorar y mantener nuestra calidad de vida.
Visita nuestras páginas:
Lucero Torres Nava: lucerotorresnava.com (Clínica de Nutrición)
Víctor Castillo Morquecho: narrativacreacionsoluciones.site123.me (Clínica de Psicología)